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TODO A PULMÓN

El bofetón

Condenada a prisión por dar un bofetón a su hijo después de una pelea por los deberes

Hombre, pues no sé yo, ¿eh? Que te caigan cuarenta y cinco días de trena y un año de alejamiento de tu hijo de diez me parece una exageración, por mucho que haya sido una jueza de mi barrio la que ha dictado la sentencia que ha salido en todos los telediarios.

Antes te daba tu honorable progenitor/-a una galleta (o dos, bien dadas) y lo último que se te pasaba por la cabeza era ir a denunciarlo/-a, en gran parte porque, en el fondo, tú eras consciente de que te las tenías bien merecidas. Al menos en situaciones que podríamos llamar "normales", que de todo hay en la viña del Señor. En mi caso y por suerte no fueron muchas, naturalmente porque no di muchos motivos para ello, pero en más de una ocasión pude comprobar la inusitada rapidez con la que mi madre desenfundaba la zapatilla y la estampaba contra la parte de mi anatomía que le pillara más a mano. Y no corras, que es peor.

Así que cuando leo esta sentencia, en cuyos antecedentes de hecho se hace constar para más INRI que el chaval agredió primero, pues uno piensa que vale, ni calvo ni con tres pelucas, ni chupito ni litro y medio. Seguro que la madre no pretendía golpearle la nariz contra el lavabo al zagal y eso fue un resultado inesperado a una simple galleta (preterintencionalidad que decimos los abogaos, mire usted qué palabros nos gastamos). Y lo de la orden de alejamiento ya me parece demencial.

Yo no he tenido motivos hasta ahora ni para el más mínimo azote a mis hijas, y que sigan así muchos años. Porque está muy bien todo eso de que a los niños hay que educarlos sin violencia y demás, pero también hay que ver que algunos zagales tienen muy mala leche (que se lo digan a la familia, o lo que quede de ella, del angelico de la catana) y que están todos sobreprotegidos. Y lo peor es que ellos lo saben.

2 comentarios

marienn -

¿Y ha pedido más el fiscal?... Pues algo no va nada bien, no?

marienn -

Tienen los antecedentes típicos de caso muy difícil que se está escapando de las manos hace tiempo, y a todo el mundo. Supongo que deberían haber sido paliados antes, no a estas alturas cuando ya los síntomas, y consecuencias, invaden todo lo que tocan. Alejar a la madre no tiene más sentido que “darle la razón al chaval”, lo cual dista mucho de ser una sentencia ejemplarizante. Así que, una vez que la convivencia se da como se estaba dando, yo también creo que se ha pasado tres pueblos, aunque inmune tampoco les dejaría: impondría una sentencia de por vida, algo así como un tutelaje de educación (infantil y adulta, de evaluación continua, jaja), y otro de “consciencia humana” a la jueza de tu barrio, que debería sentarse en primera fila, pues de leyes tendrá muchas, pero para estar a pie de calle… le faltan dos veranillos y unas cuántas horas de práctica becarial con un niño difícil, por tener una idea más aproximada de lo que supone más que nada.
Yo no he dado, ni recibido, collejas, pero está llegando el punto en que habrá que pensar si cambiar algo en los principios básicos de alguien, porque a este paso… ¡¡nos van a ganar por mayoría!!